El placer de soñar.

¿Que quizá soñando estoy aunque despierto me veo? Segismundo en La vida es sueño, Calderón de la Barca.


Cuando sueño regreso a aquella casa testigo y abrigo de mi infancia, a esas calles con nombres de ríos y canales, de colonias populares y personas siempre desconocidas deambulando por ellas a todas horas, todo ello como si fuese la punta de un alfiler o la partícula de polvo más pequeña e insignificante que forma parte de ese todo, de una gran multitud, de casas, de edificios asombrosos y absorbentes, de una ciudad inmensa que te lleva a su ritmo que te hace seguir por sus caminos, que te despierta, que te arrulla con sus particulares sonidos propios de las grandes ciudades, así es mi Ciudad de México.

No me sorprende que mis sueños mientras duermo en otra ciudad, me transporten a aquella casa donde pasé los mejores años de mi infancia y primera juventud, donde ahora solo queda el eco de las travesuras entre hermanos, de los juegos, de los amigos que por ella pasaron, de las familias y gente que ahora ya no recuerdo, del primer amor, de alegrías y tristezas. Ahora es todo una especie de marca en aquella casa, en el aire que se cuela por debajo de cada puerta, a pesar de los años sé que aun quedan rastros de quienes fuimos en ese entonces. Pero soñar me revive todo aquello, a veces como si regresara en el tiempo y a veces mezclando el pasado con el futuro y confieso que disfruto tanto de esos sueños por la nostalgia que no me abandona en todo ese tiempo.

Es cierto que no todos mis sueños ocurren de esa forma, pero sí los más significativos, los que más recuerdo cuando despierto, incluso aunque a la mañana siguiente no recuerde lo que soñé, mantengo esa sensación, despierto con esa nostalgia mezclada con felicidad abrazándote y entonces sé que debí soñar con aquella casa, en aquella mi querida ciudad.

En mi vida siempre estoy tratando de razonar o racionalizar las cosas por eso en mis sueños en alguna medida también lo hago, algunas veces he estado consciente de estar soñando y me convierto en la escritora y guionista de mis sueños en ese instante, aunque por mucho control que crea tener, los finales no siempre ocurren como los escribí, de pronto algo pasa y me sorprende hasta hacerme despertar.

Comprendo poco de mis sueños pero los disfruto tanto que me parece un desperdicio dormir cuando no experimento el placer de soñar, siento que fue como morir y sin ninguna razón. Morimos cada día un poco mientras dormimos, aunque parece que la mente no se toma siestas ni descansos y si lo hace no me doy cuenta, si me da a elegir preferiría que no lo hiciera, que siempre estuviera activa, pensando, ideando, imaginando, formando, soñando, escribiendo en papeles imaginarios, en paredes que no existen, no importa que al siguiente día no recuerde nada más que la grata sensación de que dormir ha valido la pena.

Soñar es como entrar a otra dimensión, como tener una vida paralela a la nuestra en la que el tiempo no transcurre de la misma forma, incluso el aire es distinto, el sol y la luna también lo son, somos protagonistas y a veces solo testigos de lo que otros hacen.

En los sueños he encontrado muchas situaciones y soluciones que he podido aplicar a mi vida, esa que comienza cada que regreso de los sueños, no sé si sean una especie de aviso, pero he llegado a soñar cosas que aun no sabía que pasarían realmente, es como el sexto sentido que le llaman, la intuición que quizá se desarrolla en los sueños, esa voz que cuando estamos relajados podemos escuchar con mayor atención.

Hay personas que cuando les preguntas, siempre dicen que nunca sueñan nada o si lo hacen no lo recuerdan, pero yo no les creo.

Si algo útil he podido hacer en esta vida es aprender, de todo, siempre aprender incluso de aquello que pensamos es irreal, como el soñar. Por eso la frase tan conocida de "Soñar no cuesta nada" aunque lo cierto es que cuesta en medida que lo valoras y mis sueños sí tienen un costo porque tienen una importancia, son mi estado de indefensión en los que tengo que mostrar quien soy porque ahí no hay nadie más que se enfrente a un destino que es el mío. He sido afortuna de experimentar en la vida real, demasiadas cosas que nacieron como solo eso, simples sueños.

4 comentarios:

  1. Qué lindo es soñar con las cosas que rodearon tu infancia felíz...
    Besazo Cartoncita y linda semana mi niña,

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    1. Muchas gracias por la visita y el comentario Ross, disfruto mucho mis sueños. Besos y que tengas bonita semana. Nos estamos leyendo.

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  2. Al menos tú no sueñas cosas muy raras, como que te dejen un bebé abandonado en la sala de internos :S Esa vez me saqué de onda muy feo... http://luceritaasintota.tumblr.com/post/17929465154

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  3. Gracias por la visita, creo también he soñado algunas cosas raras, pero es interesante lo que a ti te pasa jajaja. Besos.

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